Para cualquier persona, durante su crecimiento y durante su vida adulta, la actividad física es importante para desarrollar y mantener el aparato locomotor y bienestar no solamente físico sino mental. En el caso de las personas con hemofilia esto no deja de ser importante, sumado al hecho de que tienen un riesgo incrementado de tener su densidad ósea disminuida debido a la falta de movilidad por las artropatías. La actividad física y recreacional promueve el fortalecimiento muscular, flexibilidad, salud ósea, peso saludable y la autoestima.
La escogencia del deporte o actividad física a realizar por parte de una persona con hemofilia dependerá en principio de la preferencia de la persona, de su estado de salud condición física, disponibilidad local y recursos disponibles.
En general y desde hace muchos años se promueven deportes de poco contacto físico para evitar lesiones que puedan llevar a sangrados prolongados, como lo son natación, caminar, ciclismo, tenis de mesa entre otros.
Hoy día, se entiende que un paciente que recibe tratamiento profiláctico adecuado en dosis y frecuencia puede realizar según su preferencia otro tipo de deportes como los de contacto (fútbol, béisbol, boxeo) y/o alta velocidad (carreras) siempre y cuando se garantice en el entrenamiento sobre probables riesgos y estar preparado para las primeras medidas de soporte si ocurriera un accidente. Es indispensable previo a la toma de decisión de practicar un deporte de este tipo, consultar al médico especialista para una reevaluación del estado físico y recomendaciones generales. Estas personas deberán usar protectores dentales para evitar lesiones orales o dentales, otro tipo de protectores según el deporte y bajo supervisión de un experto hasta ganar confianza y experiencia en el mismo.
