¿Cuáles son las conclusiones y logros más importantes durante el Congreso Mundial de Hemofilia en Canadá?

César Garrido y Carlos Safadi, Presidente y Vicepresidente respectivamente de la Federación Mundial de Hemofilia, compartieron detalles sobre el primer gran evento híbrido de la comunidad internacional de trastornos de la coagulación que se llevó a cabo en Montreal, Canadá.

Alrededor de 1800 personas asistentes al Congreso en la ciudad canadiense, de forma presencial, recordaron lo que se sentía reunirse en comunidad, después de una pandemia por covid-19, lo que permite una mayor facilidad a la hora de identificar quién tiene una necesidad específica. Otras 1300 personas se unieron de manera virtual.

“Tenemos que trabajar todos juntos para darle el medicamento a quién todavía no lo tiene”, dijo César. “Es un trabajo de todos, no solo de la Federación”.

Por su parte, Carlos reiteró que el tema principal tratado en el Congreso fue la inmensa cantidad de pacientes que aún no tienen acceso a un medicamento.

“Es necesario un compromiso de la organización de pacientes, para poder hacer las tareas efectivas de identificación; el compromiso de la comunidad científica y el compromiso gubernamental”, dijo Carlos.

El Congreso Mundial de la Hemofilia se diferencia de otros congresos porque no participa solo la comunidad científica, sino que también asisten los pacientes.

“Hoy en día hay terapias que no son con factor, pero también hay nuevos factores”, comentó el vicepresidente.

Nuevas terapias

Otro de los temas tratados fue el desarrollo de nuevas terapias, una de ellas es la génica. Funciona al proporcionar a los pacientes con hemofilia, una “copia funcional” nueva de los genes para su factor VIII o factor IX. El objetivo es poner los genes en las células del cuerpo, las cuales son capaces de crear proteínas.

Sobre ella, César dijo: “Se pinta como la cura funcional de la hemofilia. El alcance inmediato no está planteado. Puede ser innovadora y nueva, más hay mucho terreno que averiguar en muchos aspectos. Cómo se siente el paciente, cómo se va a sentir sin tener hemofilia. La terapia es contaminar con un virus que va a provocar que se herede la acción de coagular en el individuo que está siendo objeto de esa terapia, en términos generales”.

Carlos mencionó que está comprobado que la terapia génica es sostenible en el tiempo para pacientes con hemofilia tipo B. Aún se está investigando su efectividad en pacientes con hemofilia A.

“Cuando yo era chico, el único tratamiento que había era la sangre o el crioprecipitado. Hoy nos encontramos con estas realidades y es maravilloso”, dijo Carlos.

Empoderamiento de Asociaciones de Hemofilia

En cuanto a esto, César se refirió a la organización de pacientes con sus líderes para que los Gobiernos respondan.

“Durante el Congreso, tuvimos reuniones con diferentes regiones como India, México, donde las estrategias no son iguales, pero sí radican en un trabajo basado en evidencias científicas, con una data que tienen que enriquecer y que sirve frente a cualquier apelación que se quiera hacer”.

Como ejemplo, la Asociación de la Hemofilia en Argentina, cuyo presidente es Carlos, que ya cumple 80 años, es un punto de referencia con respecto a la organización de todos los actores.

“Es fundamental que los pacientes se involucren. Porque no solamente uno a la ventana del Ministerio tiene que ir y llevar el problema. Tienes que llevar también la solución”, dice Carlos. “Es necesario tener la data correcta de proponer una solución que sea factible. Eso es lo que marca la diferencia”.

Los desafíos psicosociales de los pacientes

Hoy en día se ha involucrado más apoyo psicológico para los pacientes. En el Congreso se trataron temas como la vejez en la hemofilia y la contención de los niños para que conozcan los cuidados que deben tener, sin deteriorar su autoestima y poderse valer por sí mismos en la vida.

“La Federación Mundial cuenta con un comité psicosocial que nos ayuda a desarrollar estos temas”, comentó Carlos.

César mencionó que uno de los temas más tratados fue la calidad de vida de los pacientes:

“Eso se mide en el proyecto PROF* (revisar con entrevistados). Es un instrumento que permite medir en números lo que significa en calidad de vida con cierto tratamiento. Con eso se puede apelar diferente frente a las autoridades de salud. Se insistió en que la evidencia científica de los pacientes en los diferentes hospitales están actualmente dentro del registro mundial de sangramiento de la Federación mundial con 10.000 pacientes registrados. Ahí ya hay comparaciones de qué tan temprano es una persona diagnosticada con hemofilia en cierto país frente a otro. Ahí se comparan calidad de vida”.

El Congreso también permitió compartir ideas sobre hacer incidencias en las políticas públicas. Esa incidencia la debe hacer el liderazgo de las organizaciones de cada país, según el presidente de la Federación.

“La hemofilia no es un gasto, es una inversión. Cuando el gobierno no invierte en la hemofilia, genera pacientes extremadamente onerosos para el sistema de salud. Un paciente maltratado, en el transcurso del tiempo, es más costoso que el paciente que recibe el tratamiento a tiempo. Además, los beneficios psicosociales, porque esa persona puede vivir una vida normal y aportar a la sociedad”, afirmó Carlos. “La mejor inversión es prevenir el sangrado”.

¿Cuáles son los avances?

Hay un crecimiento en la participación de las empresas farmacéuticas y en los programas de la Federación Mundial. Estas donan productos a países donde difícilmente tendrían acceso al tratamiento de otra forma.

También, se ha instado a los gobiernos a que firmen contrato con estas empresas y la Federación Mundial para que en un lapso de 3 a 4 años se comprometan a adquirir la totalidad de los productos o parcialmente, para fomentar el acceso a los tratamientos.

¿Qué se llevan de este Congreso?

Carlos: “El encuentro físico es importante. Por otro lado, lo que me llevé del Congreso es la presencia de muchísimos países de África, del sudeste asiático, lugares en los que era impensable que un paciente tuviera acceso a un tratamiento. Hoy veo organizaciones fuertes y tratamientos establecidos. Hoy la Federación tiene 147 países asociados. Esa fue la alegría de este Congreso”.

César: “Lo que me llenó de alegría fue el anuncio oficial de que nuestro próximo gran evento en 2023 es en Buenos Aires y que Carlos Safadi va a presidir. Ahora la reunión es regional. En este Congreso hubo pocos latinos por el tema de visas. En Argentina tendrán esa facilidad”.

Si quieres ver el programa completo donde se resumen las principales conclusiones del Congreso Mundial, puedes hacerlo aquí:

Podemos tener un futuro con hemofilia, no un futuro de hemofilia

Antonio Gómez Cavallini

Líder de la Coalición de las Américas relata los desafíos para lo comunidad y los grandes avances que hemos experimentado en los últimos años.

Además de ser persona con hemofilia, uno es hijo, hermano, trabajador o estudiante. Podemos tener un futuro con hemofilia, no un futuro de hemofilia“.

Antonio Gómez Cavallini, Coordinador General de la Coalición de las Américas habló sobre el futuro optimista que existe para las personas con hemofilia, y como lo podemos alcanzar.

 

¿Cuál es la situación de la hemofilia en la región de Latinoamérica?

¿Qué se necesita para que los tratamientos puedan llegar a todas las personas con hemofilia?

¿Cuáles han sido los principales desafíos que has tenido que enfrentar?

¿Por qué decides participar activamente en la comunidad con hemofilia latinoamericana y liderar la Coalición?

Martha Monteros: “Lo más importante es que la comunidad con hemofilia se mantenga unida”

Martha Monteros

 

Martha Monteros, coordinadora de políticas y asuntos internos de la Coalición de las Américas, compartió su experiencia como madre de una hija portadora, un hijo con hemofilia y como parte de la organización internacional.

¿Cómo fueron sus primeros acercamientos a la hemofilia?

Mi hijo tiene 33 años. Cuando tenía 5 meses nos dijeron que tenía hemofilia. A mi esposo y a mí nos pareció algo sorprendente, porque nunca pensamos que cualquier persona pudiera tener hemofilia. Nunca pensamos que nos podía tocar a nosotros.

En ese entonces, en México no había tratamientos modernos y seguros. Era la época en la que se había encontrado que a través de las transfusiones de sangre se podía contagiar de VIH, era muy complicado y difícil.

La hemofilia en ese entonces se atendía con componentes sanguíneos. Era una guerra interna de sentimientos, de tener que poner estos componentes, pero corriendo un gran riesgo.

¿Cuáles han sido los avances en cuanto a políticas y tratamientos con las autoridades?

Actualmente hay opciones de varios medicamentos y tratamientos, tanto para los pacientes con hemofilia A, como para la hemofilia B, con inhibidores, cuando antes no había más que componentes sanguíneos.

Hoy [los tratamientos] son muy eficientes y seguros. Es como usar cualquier medicina. Ha sido un trabajo de más de 30 años, con mucha gente involucrada, para lograr que las autoridades entendieran que, aunque somos una comunidad pequeña, [necesitábamos los tratamientos modernos] porque era un cambio del día a la noche.

Actualmente las personas con hemofilia no tienen por qué vivir con discapacidad. Antes, todos vivían con algún tipo de discapacidad, en piernas, rodillas, tobillos, en fin. Si tienen buen tratamiento desde chiquitos, lo demás es historia antigua.

¿Cuáles son los pasos a seguir para las familias que hacen parte de la comunidad de la hemofilia?

Muchas veces les he dicho tanto a los papás como a los pacientes con hemofilia que en la Constitución todos tenemos derecho a la salud. Pero en el caso de la hemofilia, es un derecho por el cual tenemos que luchar todos los días.

No podemos permitir que un día nos digan que no hay medicamento y regresarnos a casa. No lo podemos permitir, porque es la vida de los pacientes. No puede existir un ‘no’.

Excepcionalmente se puede esperar al día de mañana, pero jamás nos debemos acostumbrar a no tener medicamento, y tenemos derecho al mejor medicamento del mundo. Todos, en cualquier país.

En el tratamiento para cualquier enfermedad, no te dicen ‘tómese media pastilla’, te dan la pastilla completa. Nosotros no podemos conformarnos con que nos digan: ‘Bueno, para este sangrado debería ponerse tres mil unidades, pero nada más le vamos a poner mil’. Eso no lo podemos permitir, ni podemos acostumbrarnos, porque así como todos los demás padecimientos tienen derecho a los tratamientos completos y en los momentos oportunos, nosotros también.

Lo más importante es que la comunidad con hemofilia se mantenga unida. (…) Los pacientes deben estar unidos, deben estar siempre trabajando en pro del tratamiento, lo más importante de la organización. Te pueden decir que ‘no’, pero debes exigir una fecha exacta.

¿Cuál es su recomendación si hay dificultades para acceder a los tratamientos?¿Se ha encontrado con situaciones de este tipo?

En México se tuvo que llegar inclusive a las demandas legales, porque en el caso de algunos pacientes que requerían profilaxis se la suspendieron y pues tuvieron un retroceso, se tuvo que llegar a la demanda legal y tardó muchos años.

Esto se tiene que hacer como comunidad, no una persona sola, pues es difícil que de esa forma se logren cosas, pero la fuerza que da el grupo es invaluable.

Cuando fui presidenta de la Federación de Hemofilia de la República Mexicana de 2001 a 2009, había cambios en la Ley de Salud y se estaba implementando lo que se conoce como el Seguro Popular, un seguro para la gente que no laboraba. Nosotros buscamos a la cabeza detrás de [esa implementación], y manifestarle nuestras necesidades. Íbamos con herramientas en la mano, hay veces en que las autoridades no saben cuántas personas con hemofilia hay en el país, porque es una enfermedad poco frecuente, una enfermedad rara.

Nosotros sabíamos cuántos pacientes con hemofilia eran, qué edades tenían y dónde se estaban atendiendo. De esa forma, le facilitábamos a la autoridad poder tomar decisiones a favor nuestro, porque hay muchas patologías, pero no había tanto conocimiento como nosotros teníamos de nuestra comunidad.

Es muy importante que todas las asociaciones de los países tengan su registro de pacientes, siempre estar trabajando en eso, actualizarlo, saber cómo y dónde se atienden los pacientes, saber cuáles son las necesidades de la comunidad.

Cuando uno va con la autoridad y le expresa estas necesidades es más fácil que nos escuchen así les hablemos de problemas, [porque] les damos un poco de herramientas para la toma de decisiones.

¿Qué mensaje entregas como una de las líderes principales de la Coalición de Las Américas?

Yo invito a toda la gente a que no se detengan. A que hagan un trabajo activo, que, por pequeño que sea, siempre será mejor que quedarse callados y quedarse en su casa con el dolor de ver cómo se va atrofiando una articulación o con una negativa de un médico. Si un médico no me resuelve, me dirijo a la dirección, porque no me puedo regresar a mi casa sin que hayan atendido a mi paciente.

Como agrupación, es ver el antes y el después, cómo es antes de que haya una agrupación y cómo es después.

Para los líderes de las agrupaciones, tener claro que en sus manos tienen una herramienta para cambiar la vida de mucha gente, para mejorar su calidad de vida, su tratamiento, y usar esa herramienta que tienen en las manos, que no dura toda la vida. Uno es presidente un tiempo y luego se pasa a otra posición. Pero en el momento que uno está, debe pensar en su comunidad antes que cualquier otra cosa.

Hoy en día la persona con Hemofilia puede tener una vida normal

César Garrido - Una vida normal con Hemofilia

 

*Presidente de la Federación Mundial de Hemofilia confirma tratamientos novedosos

*”Podemos estar optimistas y pensar en positivo”

*Nuevas guías dejan clara la ruta a seguir para la comunidad

*Un 73% de personas con hemofilia en el mundo no han sido diagnosticados

*80% no tiene acceso al tratamiento debido

*”Queremos extender las oportunidades”

“Con más razón hoy en día las personas con hemofilia pueden tener una vida normal, se puede tener acceso a medicamentos que hace 20 años no se tenían”, enfatizó el Presidente de la Federación Mundial de Hemofilia(WFH),  César Garrido.

El venezolano quien se convirtió en el primer latinoamericano en asumir ese liderazgo recalcó que en las nuevas guías de la WFH, queda claro que la personas con hemofilia deben tener acceso a la profilaxis bajo la supervisión del hematólogo y con una atención integral.

Garrido fue la persona que inspiró el nombre de este sitio como HEMOFILIA EN POSITIVO y es un líder sumamente apreciado en la comunidad, por la lucha que lleva a cabo junto a su esposa Antonia Luque desde hace más de 30 años, cuando su hijo menor fue diagnosticado con Hemofilia A severa.  A partir de ese momento la pareja se dedicó a asegurarse que no le faltara a su hijo el medicamento necesario pero extendieron esa misión para cientos en la región y ahora en el mundo.

Escucha la declaración completa de Cesar Garrido: